
Historia de Medellin
Los españoles divisaron el Valle de Aburrá en 1541, cuando el oficial, Jerónimo Luis Tejelo, arribó por orden del mariscal Jorge Robledo, fundador de Santa Fe de Antioquia. Sin oro ni plata a la vista, abandonaron el valle, en medio del rechazo de los indÃgenas de la zona. En 1616, Francisco de H. Campuzano, reunió a varios nativos para fundar el pueblo de San Lorenzo de Aburrá, hoy barrio El Poblado.
Sucesivamente, los habitantes del valle comenzaron a agruparse en otros sitios de la naciente colonia. Uno de ellos fue Aná, cerca al actual Centro Administrativo La Alpujarra.
Los vecinos de Santa Fe de Antioquia, hasta entonces capital de la provincia de Antioquia, se opusieron a que se fundara una ciudad en el Valle de Aburrá, pues reducÃa su jurisdicción y control polÃtico.
El 20 de marzo de 1671 se erigÃa la Nueva Villa del Valle de Aburrá de Nuestra Señora de la Candelaria, pero los cabildantes y el cura de la ciudad de Antioquia lograron anular tal fundación. Sin embargo, el 2 de noviembre de 1675, se expidió el auto que estableció a Aná como Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de MedellÃn.
En 1813, la provincia de Antioquia proclamó su independencia de España. A pesar de la oposición de Santa Fe de Antioquia, Francisco de Paula Santander sancionó el 17 de abril de 1826 la ley que elevó a MedellÃn como capital de la provincia de Antioquia.
Hacia 1870, el poblado experimentó un auge como proveedor de alimentos y como centro de mercado del café. Ese crecimiento dio empuje a la configuración urbana y arquitectónica de la capital, y, por ende, a su vida social, cultural e intelectual.
Pedro Justo BerrÃo -(1827-1875)- proyectarÃa a la ciudad como centro polÃtico y económico, promoviendo obras de infraestructura, como carreteras, el tranvÃa, la banca y el ferrocarril. Precisamente, en 1874 iniciaba una de las obras que marcarÃa la historia de la región: el Ferrocarril de Antioquia.Para evitar el crecimiento desordenado, el Concejo de MedellÃn expidió el Acuerdo 4 de 1890, referente al plano que debÃa trazarse para el desarrollo de la ciudad. En 1899 se creó la Sociedad de Mejoras Públicas, que desempeñó un papel relevante en el desarrollo urbano y cultural de MedellÃn.
A comienzos del siglo XX, MedellÃn, apenas con unos miles de habitantes, experimentó una radical transformación, gracias a la industrialización estimulada por caracterÃsticas primordiales en materia de topografÃa e hidrografÃa.
Al sector de la confección, fuente de aquella industrialización, se sumaron otros, como el vidrio, calzado, alimentos de consumo masivo, siderurgia, transporte aéreo, electrodomésticos y producción de bienes culturales. Se gestaron empresas como la CompañÃa Nacional de Chocolates, Postobón, Coltejer, Fabricato, Coltabaco y Confites Noel.
Las polÃticas de apertura económica, impulsadas por los presidentes Enrique Olaya Herrera y Alfonso López Pumarejo, en la década de 1930, consolidarÃan a MedellÃn como centro industrial, económico y financiero del paÃs.
La vida cultural también florecÃa: nacieron periódicos como El Espectador, decano de la prensa nacional; y empresas radiales como Caracol y RCN. En el ámbito literario, resaltan figuras como Tomás Carrasquilla y Fernando González, y grupos como Los Panidas y Los Nadaistas.El Festival de Ancón (1969), bienales de arte, y la obra pictórica y escultórica de Fernando Botero, entre otros, representan algunos de los hitos culturales.
Hoy, superada una época de violencia, MedellÃn se presenta como modelo de transformación e innovación social. Esta ciudad se llena con aires de vanguardia y esperanza. Anualmente acoge ferias de la moda y la confección, eventos culturales, fiestas tradicionales y decembrinas que atraen a visitantes locales e internacionales.
Obras de alta inversión, entre ellas el Sistema Integrado de Transporte del Valle de Aburrá (SITVA), que complementan el Metro; constante renovación urbana; canales locales de televisión; parques biblioteca, para acercar la cultura; desarrollo cientÃfico en salud y tecnologÃa; y oportunidades de educación para todos, hacen de ésta una ciudad incluyente, de cara al futuro y con proyección.





